Durante años, el marketing digital se apoyó en las cookies de terceros como su principal fuente de información. Eran la brújula que permitía a las marcas rastrear usuarios, segmentar audiencias y medir resultados. Sin embargo, el panorama ha cambiado: la preocupación por la privacidad, las nuevas regulaciones y el rechazo del usuario hacia el seguimiento constante han llevado a los gigantes tecnológicos a decir adiós a las cookies.
Pero este aparente problema es, en realidad, una oportunidad. En 2025, las empresas más competitivas no son las que recolectan más datos, sino las que lo hacen mejor y de forma ética. En este nuevo contexto, los datos de primera mano (first-party data) se convierten en el activo más valioso: información obtenida directamente de los clientes con su consentimiento, que permite construir relaciones más cercanas, personalizadas y rentables.
Este artículo explora cómo las marcas pueden adaptarse al mundo post-cookies, qué estrategias deben adoptar y cómo los datos propios impulsan un marketing más humano, ético y sostenible.
1. El fin de las cookies: ¿qué está pasando realmente?
Las cookies de terceros han sido el pilar del marketing digital desde los años 2000. Permitían a las empresas rastrear el comportamiento del usuario en múltiples sitios, creando perfiles detallados para mostrar anuncios personalizados.
Sin embargo, esta práctica ha generado una creciente preocupación:
Los usuarios no siempre sabían que estaban siendo rastreados.
Se compartían datos personales sin consentimiento explícito.
Las regulaciones como GDPR (Europa) y CCPA (California) comenzaron a restringir su uso.
En respuesta, navegadores como Safari y Firefox eliminaron las cookies de terceros, y Google Chrome —el más utilizado del mundo— anunció su eliminación definitiva.
El resultado: las marcas deben reinventar su manera de conocer, segmentar y comunicarse con los consumidores.
El fin de las cookies no significa el fin de la personalización, sino el inicio de una nueva era donde la confianza reemplaza al rastreo.
2. El poder de los datos de primera mano
Los datos de primera mano son toda la información que una empresa obtiene directamente de sus clientes o usuarios a través de interacciones voluntarias.
Ejemplos:
Formularios de contacto o suscripción.
Historial de compras.
Interacción en apps o programas de fidelización.
Preferencias declaradas en encuestas o registros.
Estos datos ofrecen tres ventajas fundamentales sobre los de terceros:
Relevancia: provienen de una relación directa y real con el cliente.
Exactitud: se actualizan constantemente en los propios canales de la marca.
Legalidad y confianza: se recopilan con consentimiento explícito, cumpliendo las normativas de privacidad.
Con ellos, las marcas pueden entender mejor a su público, anticipar necesidades y ofrecer experiencias personalizadas sin invadir su privacidad.
Los datos de primera mano son, literalmente, el nuevo oro del marketing ético.
3. Por qué los datos propios son la base de un marketing más ético
Durante años, la publicidad digital fue percibida como invasiva: anuncios que seguían al usuario por todos lados, mensajes genéricos y una sensación de pérdida de control sobre la información personal.
Los datos de primera mano cambian este paradigma porque:
El cliente tiene el control
La relación se basa en la transparencia. El usuario sabe qué datos comparte y con qué propósito.La marca gana confianza
Las empresas que gestionan bien los datos propios demuestran responsabilidad, lo que genera fidelidad a largo plazo.Se reduce el “ruido digital”
La personalización no se logra persiguiendo al usuario, sino entendiendo su contexto y sus verdaderas necesidades.Cumple con la normativa internacional
Al trabajar con datos consentidos, las marcas evitan sanciones y fortalecen su reputación.
En este nuevo modelo, la ética deja de ser una obligación para convertirse en una ventaja competitiva real.
4. Cómo recopilar y aprovechar datos de primera mano de manera efectiva
La clave no es recolectar datos, sino construir una relación de valor con el cliente. Para lograrlo:
a) Ofrece incentivos reales
Nadie quiere entregar sus datos “por nada”. Crea propuestas de valor:
Descuentos personalizados.
Contenido exclusivo.
Acceso anticipado a productos o eventos.
b) Utiliza canales propios
Sitios web, newsletters, apps, chats o programas de fidelización son espacios ideales para recopilar datos voluntarios.
c) Prioriza la experiencia del usuario
Los formularios largos o complicados desmotivan. Usa interfaces simples y explica claramente para qué se usarán los datos.
d) Unifica la información
Con herramientas como CRM o CDP (Customer Data Platform), puedes integrar datos de distintos canales para crear perfiles 360° del cliente.
e) Actualiza y limpia tu base de datos
Los datos caducan rápidamente. Mantener bases actualizadas evita errores y mejora la eficacia publicitaria.
f) Respeta siempre el consentimiento
No basta con cumplir la ley: asegúrate de que el cliente se sienta cómodo compartiendo su información.
La recopilación ética no solo es correcta, sino también rentable: los usuarios que confían en una marca compran más, más seguido y recomiendan más.
5. Publicidad programática sin cookies: el nuevo modelo inteligente
La publicidad programática sigue siendo el motor de las campañas digitales, pero ahora se alimenta de first-party data y no de cookies externas.
Gracias a la IA y al aprendizaje automático, las plataformas programáticas pueden analizar grandes volúmenes de datos propios y contextuales para mostrar anuncios relevantes sin violar la privacidad del usuario.
Ejemplo:
Una marca de cosméticos recopila información de sus clientas a través de su web y app. Usa esos datos para:
Ofrecer anuncios de productos complementarios.
Crear audiencias similares (lookalike audiences) basadas en su base de datos.
Excluir clientes que ya realizaron una compra reciente, evitando duplicaciones.
Este enfoque genera campañas más precisas, menos invasivas y con mejor retorno de inversión.
El futuro de la programática no está en rastrear, sino en predecir con inteligencia y respetar con transparencia.
6. Beneficios tangibles del marketing basado en datos propios
Mayor rentabilidad (ROI)
Al eliminar la dependencia de intermediarios, la inversión publicitaria se optimiza y se reducen los desperdicios.Relevancia real
Los mensajes se ajustan al contexto y al momento exacto del usuario, lo que multiplica la conversión.Relaciones duraderas
Los datos propios fortalecen la lealtad, porque se basan en una relación de confianza.Cumplimiento normativo automático
Al trabajar con datos consentidos, las campañas son más seguras y sostenibles.Independencia tecnológica
Las marcas ya no dependen de las políticas cambiantes de Google o Meta: construyen su propio ecosistema de información.
El resultado es un marketing más inteligente, rentable y humano, que pone al cliente en el centro.
7. Ejemplos reales de éxito
a) Retail: Carrefour España
La cadena de supermercados creó su propio ecosistema de datos basado en tarjetas de fidelización y app móvil. Cada compra genera información que se utiliza para ofrecer ofertas personalizadas en tiempo real.
Resultado: aumento del 30% en ventas por cliente y reducción del 25% en gasto publicitario innecesario.
b) Educación: Platzi
La plataforma de aprendizaje recopila datos de comportamiento (cursos vistos, temas de interés) para recomendar contenidos a medida.
Resultado: mejora del 50% en tasa de retención y duplicación del valor de vida del cliente (CLV).
c) Moda: Nike
Con su app y membresía Nike+, la marca recopila datos sobre rutinas de ejercicio y compras. Esto le permite ofrecer promociones específicas y contenido motivacional personalizado.
Resultado: incremento del 40% en ventas directas y fortalecimiento de la comunidad global de usuarios.
8. El futuro post-cookies: un marketing más humano y transparente
El marketing del futuro no será el que más datos tenga, sino el que mejor los use con propósito y respeto.
Veremos tendencias como:
IA ética: modelos predictivos que priorizan privacidad y relevancia.
Publicidad contextual: anuncios basados en el contenido y no en el historial del usuario.
Zero-party data: datos que los clientes comparten proactivamente sobre sus intereses y valores.
Comunicaciones personalizadas sin rastreo, basadas en consentimiento y empatía.
El fin de las cookies no es una pérdida, es una evolución natural hacia un marketing más humano, honesto y sostenible.
Conclusiones
Decir adiós a las cookies no es el fin del marketing digital, es el comienzo de su madurez.
Los datos de primera mano son la respuesta para construir un modelo de comunicación más eficiente, ético y rentable.
Las empresas ganan independencia y confianza.
Los clientes reciben mensajes útiles, no invasivos.
El ecosistema digital se vuelve más transparente.
👉 El futuro del marketing no está en saberlo todo del cliente, sino en construir relaciones basadas en confianza y valor mutuo.
La pregunta clave ya no es ¿cómo rastrear más?, sino ¿cómo conectar mejor?
Las marcas que entiendan esto no solo sobrevivirán al mundo post-cookies, sino que liderarán una nueva era de marketing responsable y humano.
FAQs
1. ¿Qué son los datos de primera mano?
Son los datos que una empresa recopila directamente de sus clientes (compras, registros, interacciones).
2. ¿Qué diferencia hay con los datos de terceros?
Los de terceros provienen de plataformas externas y cookies; los de primera mano son propios, consentidos y más precisos.
3. ¿Cómo reemplaza el marketing los datos de cookies?
Con estrategias basadas en CRM, programática ética y análisis predictivo de datos propios.
4. ¿Esto afectará a la publicidad digital tradicional?
Sí, pero para bien: la publicidad será más relevante, precisa y respetuosa.
5. ¿Qué herramientas ayudan a gestionar datos de primera mano?
CRM, CDP, sistemas de automatización de marketing y analítica avanzada (como HubSpot, Segment o Salesforce).

